¿A que pensabais que ya no volvía? Yo casi lo creo también. ¡Pero no! He vuelto. Madre mía la de cosas que os tengo que contar, porque en todo este tiempo no creáis que he parado, no, no, noooo. He hecho un montón de cositas ricas que poco a poco os iré enseñando. Tengo un montón de tartas para poner en el blog, y un montón de ideas para hacer en breve. Pero de momento os enseño los cupcakes de coco, sí, aquellos que me pidió La Prima L y que os conté en la entrada de los cakepops.
Me parece que hace un siglo que los hice...y es que hace por lo menos medio siglo que los hice. Recuerdo perfectamente que hice 12 cupcakes...cuando llegué a Aldaia a las 9 ya sólo quedaban 6. Y os preguntaréis si es que pierdo los cupcakes por el camino, pues no, ¡me los roban! Yo no sé cómo lo hago pero van desapareciendo poco a poco, pero no me quejo, eso es bueno, muy bueno.
Estos cupcakes son de coco, de principio a fin. Después de mirar muchas recetas al final hice lo de siempre: ninguna y todas a la vez. La magdalena llevaba coco, estaban rellenos de coco y la buttercream es de coco. O sea de coco, lo único que llevaban que no era de coco eran los fideitos con los que he decorado y la cápsula (esto último evidente...). El secreto para que supieran mucho a coco: un coco rallado de buena calidad. Porque una vez más estos cupcakes no llevan ni aromas artificiales ni colorantes.
A todo el mundo que los probaron les gustaron estos cupcakes, y eso me hace sentir muy bien, tengo que reconocerlo, me encanta hacer estas cositas ricas y cuando me dicen que están buenas me pega un impulso de moral para coger fuerza y decir, ¡sigamos con esto! ¡Muchas gracias a todos, os quiero!
P.D. Una vez más mis cupcakes lucen preciosos y de gala gracias a las superfotos que me hace Maribel, que hace de ellos los más bonitos de toda la blogosfera!