¡Hola amores! Hacía mucho que no publicaba cupcakes en el blog, últimamente, y siempre dando gracias, sólo publico tartas de encargos que me hacen, y he de reconocer que me encanta hacer cupcakes.
Estos en concreto los hice por el mero placer de hacerlos y comernoslos. Y así fue, porque no duraron nada, lo justito para hacer la foto. Eran primos hermanos de unos con botones que publicaré en breve.
Eran unos cupcakes de muffin de chocolate negro y el icing era ganache de chocolate blanco. ¡Riquísimos! Me encantó la textura del ganache, muy suave ya que la base no es la mantequilla sino la nata montada.
De adorno les hice una rosas de fondant, con su hojita verde y todo. Las rosas las hice en tres colores: rosa, amarillo y naranja. Rosas que nadie se atreve a comerse...creo que todavía hay alguna adornando la cocina de Mi Hermana Mayor.
¡Ah! ¿Sabéis que? Ya he comprado mis propias cajas para cupcakes, son una maravilla que espero tener en casa mañana mismo. De color...mmmm...¿qué color puede ser?, jajajja, ¡pues de color rosa! Son preciosas, con sus huequitos para que los cupcakes puedan viajar sin moverse, y con su tapa transparente para que se vean bien los cupcakes.
En breve espero poder enseñaroslas, son de 6 y 12 unidades, y así podré entregaros los cupcakes en sus cajitas. También estoy rediseñando la tarjeta de "El Aleteo de la Mariposa", ainsss cuantas cositas bonitas nuevas...
P.D. ¡Un besín enorme! Y darle las gracias a Pablo Neruda al que le robo los versos para ponerle título a esta entrada...